Cada vez usamos más nuestros dispositivos móviles y, por tanto, intercambiamos información a través de ellos, accedemos a nuestro correo electrónico o a nuestros perfiles en Twitter, Facebook o Instagram. Nuestros smartphones y tablets atesoran información de carácter personal, guardan nuestras fotos, nuestros mensajes o nuestra agenda de contactos; información de valor que debemos proteger adecuadamente (y evitar que caiga en manos de terceros con no muy buenas intenciones).
La seguridad debemos verla como una inversión; es un tiempo bien invertido que nos puede sacar de una situación comprometida en el caso que seamos víctima de un robo, nuestro dispositivo móvil sufra una avería o, simplemente, nos lo hayamos dejado olvidado en el tren, en el autobús o en una cafetería.
¿Y por dónde empiezo? Si quieres mejorar la seguridad de tus dispositivos móviles y proteger tus datos pero no sabes por dónde empezar, vamos a intentar ponértelo algo más fácil con algunas pautas y buenas prácticas que te ayudarán a asegurar tus datos.

Evita que alguien acceda a tu dispositivo sin permiso
Partiendo de la base de que en nuestros dispositivos móviles estamos almacenando información personal (conversaciones de WhatsApp, fotografías, correos electrónicos, acceso a redes sociales…), es fundamental controlar quién accede a nuestro dispositivo. Lo más normal es que nadie, salvo nosotros mismos, pueda usar nuestro terminal móvil; por tanto, una de las primeras medidas de control que debemos implantar es una contraseña de acceso.
Como “no hacer nada” no es una opción que vayamos a considerar como válida, si accedemos a las opciones de seguridad de nuestro smartphone encontraremos la posibilidad de bloquearlo mediante un PIN o una contraseña.
En el caso de iOS, podremos fijar una contraseña numérica o, en el caso del iPhone 5s, podremos recurrir a la biometría y usar el lector de huellas digitales del dispositivo. En el caso de Android podremos encontrar algunas opciones adicionales y, dependiendo del dispositivo, podremos usar reconocimiento facial, una contraseña alfanumérica o un patrón visual (dibujar un patrón sobre la pantalla del terminal). Windows Phone también nos permite bloquear nuestro smartphone con una contraseña y, por tanto, para salir de la pantalla de bloqueo y poder usar el terminal, habría que introducirla.
Protégete ante el robo o la pérdida de tu terminal
¿Alguna vez te has planteado qué pasaría si perdieras tu smartphone o fueras víctima de un robo? Si nuestro terminal no estuviese protegido por una contraseña, nuestros datos estarían al alcance de cualquiera, algo que podemos evitar con lo que hemos comentado en el apartado anterior.
Aún así, ante un robo o un extravío lo normal es que intentemos recuperar nuestro dispositivo móvil. La localización es algo posible y todas las plataformas nos ofrecen la posibilidad de localizar, de manera remota, nuestros dispositivos móviles para obtener su ubicación e, incluso, emitir una alarma, mostrar un mensaje o eliminar los datos de nuestro terminal de manera remota.

Los usuarios de iOS tienen a su disposición los servicios de iCloud y, entre ellos, se encuentra un control remoto de dispositivos que ofrece a los usuarios la posibilidad de eliminar datos, hacer sonar una alarma y visualizar en un mapa dónde se encuentra nuestro teléfono móvil. En el caso de Android podremos recurrir a los servicios de Android Device Manager para localizar nuestros dispositivos, bloquearlos en remoto (por si aún no los teníamos con contraseña) o eliminar todos los datos del terminal.
Para iOS y Android, además de los servicios oficiales que proporcionan Apple y Google respectivamente, podemos encontrar servicios de terceros como Prey o Lookout que también nos pueden ayudar, evidentemente, si los tenemos configurados en nuestros terminales.
Los usuarios de Windows Phone tiene disponible la opción Encuentra mi teléfono si inician sesión dentro de la web de la plataforma. Una vez ahí, en caso de pérdida o robo, los usuarios podrán ubicar el dispositivo en un mapa, hacer sonar una alarma, enviar un mensajes al terminal o bien borrar los datos en remoto.
Finalmente, una de las primeras cosas que deberíamos tener en cuenta cuando estrenamos un dispositivo móvil es su código IMEI. El IMEI (International Mobile Equipment Identity) es un código único que identifica nuestro dispositivo móvil a nivel internacional; un dato que el terminal envía a la red del operador cuando encendemos nuestro dispositivo y que se puede usar para rechazar un dispositivo robado. Si hemos perdido nuestro terminal y no hay manera de recuperarlo, si queremos evitar que se pueda usar, los operadores pueden pasar el IMEI en una lista negra y rechazar su identificación en la red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario